DEKALB, UN ESCUDO CONTRA EL MAL DE RÍO CUARTO

Este año ya hay indicios de una presencia mayor de la enfermedad que en 2019. Si avanza, puede generar fuertes pérdidas de rendimiento en híbridos susceptibles. El uso de germoplasma con alto grado de resistencia genética a esta enfermedad es la mejor herramienta para limitar los daños. Con su fortaleza frente al virus, los híbridos DEKALB marcan una gran diferencia. Un análisis a fondo del especialista Marcelo Melani.

 

El Mal de Río Cuarto (MRCV) es una de las enfermedades endémicas más importantes para el cultivo de maíz en Argentina, ya que puede ocasionar cuantiosas pérdidas de producción cuando se presenta. Para evitar los daños generados por este virus, es fundamental utilizar híbridos con alto grado de resistencia genética a la enfermedad y a la vez mantener al mínimo la población del insecto vector del virus, un Delphacido conocido como chicharrita que, al alimentarse de las plantas de maíz, introduce el virus. La infección viral desencadena una cascada de eventos que interrumpen profundamente el desarrollo fisiológico normal de las plantas, lo que provoca síntomas de enfermedad propios e inducidos por el virus.

Durante la campaña 2018/2019, la población de chicharritas aumentó notablemente. Incluso se quintuplicó en noviembre de 2018, un comportamiento muy atípico para los últimos cinco años. Esto causó alarma entre productores y técnicos. No obstante, no se registró mayor presión de MRCV en los cultivos de la zona.

“En esta campaña, en cambio, la población de chicharritas se mantuvo con un nivel normal hasta noviembre, donde tuvo un pequeño pico a mediados de noviembre, pero todavía dentro de la media”, contó el Ing. Agr. Marcelo Melani, mejorador de maíz de DEKALB.

Sin embargo, en el Campo Experimental de Bayer ubicado en Río Cuarto -zona endémica de la virosis-, donde se realizan ensayos sobre este tema desde hace 40 años, “la presión de la enfermedad fue igual o mayor que en la campaña anterior”, alertó.

“Esto nos aporta información muy valiosa para los materiales que estarán disponibles comercialmente de acá a tres años. Todos nuestros híbridos comerciales están en estos ensayos y se pudo hacer una muy buena evaluación de comportamiento frente a MRCV, resultando todos con gran fortaleza”, aseguró Melani.

Cabe señalar que, si bien el nivel poblacional de chicharritas es un factor fundamental para la transmisión del virus por el insecto vector, este dato por sí solo no explica la presión del MRCV a campo. Condiciones ambientales que induzcan condiciones de estrés en las plantas desde emergencia hasta el estadio V4 (4 hojas extendidas) son también determinantes de la variabilidad y severidad de los síntomas junto a la marcada reducción del rendimiento. De igual modo, el nivel de resistencia o susceptibilidad del híbrido sembrado, los tratamientos cura-semilla y el control químico del vector inciden directamente sobre MRCV

En tanto, hay que tener en cuenta que inviernos benignos favorecen la supervivencia de las chicharritas en cultivos huéspedes alternativos, como el trigo, la avena y los verdeos de invierno.

“En los últimos diez años testeamos de manera muy exhaustiva y comparativa a nuestros híbridos y todos tienen un liderazgo absoluto con respecto a la competencia en cuanto a resistencia al Mal de Río Cuarto; el promedio en el portafolio DEKALB es altísimo”, destacó Melani.

De acuerdo a los ensayos realizados en la empresa, la presión (severidad) promedio de la enfermedad en testigos (materiales susceptibles) fue de 7, evaluado en escala que va de 1 a 9, lo cual generaría una pérdida de producción cercana al 50%. En cambio, el portafolio DEKALB presentó un promedio de severidad de apenas 2,5.

“La mejor herramienta con la que hoy cuenta el productor para protegerse del Mal de Río Cuarto y asegurar altos rendimientos es usar materiales con alto grado de resistencia a la enfermedad”, indicó el fitomejorador.

FPO

Todos los híbridos del portafolio DEKALB presentan muy buen comportamiento frente a MRCV. Entre ellos vale destacar los siguientes:

●        DK 72-70 VT3P - La mejor opción en ambientes de alta productividad, en los que logró los mayores rindes, junto a DK 72-72. Pero obtiene excelentes rindes en todos los ambientes. Es una muy buena alternativa para planteos de alta inversión que apunten a lograr techos productivos. Tiene una excelente tolerancia a MRCV y roya. Además, el mejor comportamiento frente a tizón de todo el portfolio de la marca.

●        DK 72-20 VT3P - Gran estabilidad y altos niveles de rendimiento, incluso superando al DK 72-10. Es apropiado para ambientes de alta productividad, en los que va a explorar las mayores diferencias (por encima de los 90 qq/ha), si tiene un adecuado manejo de la densidad y fertilización. Excelente comportamiento frente a tizón y muy bueno a MRCV.

●        DKB 72-27 VT3P - Es la mejor alternativa en ambientes de mediana productividad. Tiene alta plasticidad, óptimo balance entre rendimiento, estabilidad y un perfil defensivo superior. Es el híbrido más versátil del portafolio y, junto a DK 72-10, es la mejor alternativa para ambientes de mediana productividad (se complementan). En los buenos ambientes se recomienda ajustar el manejo, ya que tiene excelente respuesta a densidad y nitrógeno. Además, cuenta con solidez de caña.

Estar atentos a la evolución de las amenazas sanitarias es clave. Y también usar híbridos DEKALB, que aseguran muy buena sanidad, estabilidad y altos rendimientos. Por eso, el germoplasma de la marca es garantía de tranquilidad y rentabilidad en todos los ambientes.

This browser is no longer supported. Please switch to a supported browser: Chrome, Edge, Firefox, Safari.