¿Qué es la planta María Eugenia?
María Eugenia es la planta procesadora de maíz más grande del mundo. Está en Argentina desde 1994, acompañando el crecimiento de DEKALB en el país y la región. Este crecimiento sostenido en el tiempo nos da una capacidad de producir y poner a disposición de los clientes unos 3,5 millones de bolsas. Para el mercado de semillas significa que somos responsables de más de la mitad de las bolsas de maíz que nuestros clientes comercializan en la región. Es el centro de nuestro equipo, está ubicada en Rojas (provincia de Buenos Aires), en un predio de 23 hectáreas, y a dos horas y media de Buenos Aires. Es nuestro orgullo.

¿Cómo es el proceso que se lleva a cabo en María Eugenia para que los híbridos DEKALB lleguen hasta el productor?
– Todo empieza en una fase de campo, en la que producimos la materia prima. Es decir, la semilla que vamos a trasladar a María Eugencia en forma de espigas. Hoy sembramos en más de 15 localidades de todo el país, desde Salta a Necochea, de norte a sur, y desde Entre Ríos a San Luis, de este a oeste. Una vez que esa materia prima llega a la planta, se hace todo el proceso de punta a punta: secado, limpieza, clasificación y embolsado. Nos aseguramos, en cada una de las etapas, de cumplir con todos los estándares de calidad para llegar como se debe al punto final, que es hacer el despacho y entrega a los clientes. Detrás de esto hay un equipo de 3.000 personas.
Claramente hay mucho trabajo en cada semilla DEKALB y se te nota muy orgulloso de tu trabajo. ¿Qué es para vos ser “dekalero”?
– Ser “dekalero” es un orgullo gigante. Es ser parte de un equipo increíble, que tiene sobre sus espaldas una historia muy importante del maíz en Argentina.

Es un equipo que siempre se desafía para dar lo máximo, que se mueve con pasión, con valores muy fuertes en lo que tiene que ver con cómo hacemos las cosas.
Por ejemplo, nuestro compromiso por el respeto del medio ambiente, las comunidades donde estamos presentes y valores como la diversidad e inclusión. También nos guía la innovación. Estos conceptos de innovación y tecnología son pilares de marca indiscutidos en DEKALB. Buscamos ser parte de la transformación de la agricultura y, en definitiva, es un orgullo saber que, al final, la semilla que producimos y entregamos es transformada por los productores en alimentos, a través del maravilloso proceso que es la agricultura. En la planta, justo donde el proceso de producción termina y se despachan las bolsas, hay un cartel histórico que dice: “Si no estás orgulloso, no las despaches”. Eso pinta de cuerpo entero cómo trabajamos en María Eugenia.
María Eugenia es la planta de maíz más grande del mundo. Más allá del tamaño, ¿cómo está en materia de tecnología comparada con otras de este nivel en el resto de los principales países agrícolas del planeta?
– Estamos a la vanguardia. Siempre nuestra escala nos ayudó a ser muy visibles dentro de la empresa. Eso asegura que las últimas innovaciones se traen a María Eugenia y generan valor para nuestros clientes. Es impresionante ver, para quien visitó la planta y volvió tiempo después, cómo todas las cosas se transforman y eso tiene que ver con un constante sentido de la innovación.

Si un productor o alguien interesado en el tema quiere visitar la planta, ¿puede hacerlo?
– No solo puede hacerlo, sino que María Eugenia es la casa DEKALB, así que todos los “dekaleros” están invitados a visitarnos. Hay dos grandes formas de hacerlo. Una es la tradicional visita presencial, por supuesto que en épocas de pandemia extremando recaudos y protocolos. Estamos preparados para hacerla de forma segura, tanto para quienes nos visitan como para los operarios de la planta. Pero también estamos desarrollando y ya se pone en marcha la visita virtual “Experiencia María Eugenia”. Los invito a todos. ©